Al cumplir los tres años me matricularon en el colegio virgen de Tíscar y al fin paraba de llorar tanto. Allí hice muchos amigos que son los que tengo ahora. Era muy buen alumno aunque me castigaban algunas veces.
A los 6 años entré en primaria. Cuando el maestro explicaba las cosas, no las entendía bien pero leer y escribir se me daban genial. En segundo de primaria empecé a entenderlo y estudiaba más y así fui mejorando hasta llegar a donde estoy en sexto.
Todos los días, al llegar del colegio paseaba a mis dos perras por la manzana de mi barrio, mientras mi madre cocinaba la comida. Después de comer hacía los deberes y más tarde jugaba con mis amigos en la calle. Los fines de semana los pasaba con mi padre ya que mis padres están separados. Algunas veces iba al cortijo y otras me quedaba en el pueblo.
Esto es todo por ahora hasta dentro de unos años.
FIN