Teesert era un alienígena de 12 años al que le gustaba mucho mirar las estrellas por la noche. Su sueño era construir su propia nave para viajar a otros planetas y descubrir seres nuevos que en su astro todavía los cienntíficos no habían descubierto.
Teesert tenía la cara verde, como todos los alienígenas del planeta, y poseía unos ojos negros como el espacio. No tenía nariz, al igual que todos los demás, y el siempre iba contento pasara lo que pasara. En su planeta todo era normal, había escuelas, ciudades, montañas...etc. Allí el agua no importaba mucho ya que la mayor parte del planeta era tierra. Su casa era normal al igual que su familia pero él tenía un cuarto especial en el que observaba el universo, estudiaba galaxias...etc. Una noche, Teesert vió una estrella fugaz mientras miraba el espacio, entonces deseó con todas sus fuerzas que de mayor consiguiera su propósito.
Pasaron los años, el joven cumplió los 18 años y entonces decidió empezar a construir la nave con el dinero que le dieron sus padres para su futuro pero con eso no tenía suficiente así que estuvo varios años de mecánico de aeronaves. Cuando reunió suficiente dinero empezó a construir la nave con ayuda de algunos de sus amigos.
Después de varios años por fin terminó la nave. Era de color negro, con motores muy potentes y funcionaba pulsando un botón rojo. Usó de base un bosque que había por ahí cerca. Él mismo tripuló su nave solo. Empezó la cuenta atrás:Cinco, cuatro, tres, dos, uno...¡Fuego!Se produjo una explosión y la nave salió disparada hacia el espacio.
Durante su viaje observaba el universo mientras controlaba la nave. Cuando ya estaba llegando a su destino se puse el traje de astronauta y aterrizó. Vió como el planeta estaba lleno de rocas y montaña. Oyó unos ruidito que le llevó hasta una cueva y entonces vió una lucecita que tenía un pequeño ser en la cabeza. Y fue en ese momento cuando descubrió que no solo ellos vivían en el espacio.
FIN
